Jesús de Nazaret, también conocido como Jesucristo, es una figura histórica que vivió en el siglo I en el territorio de lo que hoy es Israel. Aunque Jesús no dejó escritos propios, se menciona en diversas fuentes históricas y literarias del siglo I y siglos posteriores.
Las fuentes históricas más conocidas que mencionan a Jesús son los evangelios canónicos del Nuevo Testamento, que incluyen los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos evangelios fueron escritos por autores cristianos en los siglos I y II y se basan en el testimonio de los primeros seguidores de Jesús, conocidos como los apóstoles.
Además de los evangelios, hay otras fuentes históricas que mencionan a Jesús. Por ejemplo, el historiador judío Flavio Josefo menciona a Jesús en sus escritos, así como el historiador romano Tacito y el filósofo y naturalista Plinio el Joven. Estas fuentes no son tan detalladas como los evangelios, pero proporcionan evidencia adicional de que Jesús existió y fue una figura importante en su tiempo.
En resumen, hay varias fuentes históricas que mencionan a Jesús y proporcionan evidencia de que existió. Aunque es imposible tener un conocimiento completo y exhaustivo de la vida y el ministerio de Jesús debido a la falta de fuentes primarias, la evidencia disponible sugiere que Jesús fue una figura histórica real y significativa.
