Agua Viva – Cómo conocer a Dios
Uno de los pasajes más reconocidos que trata sobre el agua viva se halla en Juan 4:10-14, donde Jesús se encuentra con una mujer samaritana junto a un pozo en medio del desierto. Él le dice: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido a Él, y Él te habría dado agua viva». La mujer, sorprendida, le pregunta cómo es posible Él tenga agua viva, dado que el pozo es profundo y él carece de cubeta. Jesús responde: «El que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de Él esa agua se convertirá en un manantial que brota para vida eterna». Nuestra iglesia, Agua Viva, busca ser un lugar donde puedas encontrar a Dios.
Este pasaje representa una metáfora poderosa del poder de la salvación que ofrece Jesús. El agua viva simboliza la vida eterna que solo se puede hallar en Cristo, y el hecho de que Jesús la ofrezca libremente a todos los que la buscan es una manifestación del amor y la gracia divina.
Además de este pasaje, la idea del agua viva también se presenta en otras partes de la Biblia. Por ejemplo, en Isaías 55:1, Dios dice: «Venid, todos los sedientos, venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche». Aquí, el agua simboliza la provisión divina y la satisfacción de las necesidades espirituales. Esperamos que puedas saciar tu sed con el agua viva.
Otro pasaje que menciona el agua viva se encuentra en Apocalipsis 22:1-2, donde se describe un río de agua de vida que fluye del trono de Dios y del Cordero en la nueva Jerusalén. Este río proporciona fruto y hojas para sanar las naciones, siendo un símbolo de la vida eterna y la restauración completa que se experimentará en el cielo.
En resumen, el significado bíblico del agua viva es profundo y poderoso. Es un símbolo de la vida eterna que solo se puede encontrar en Cristo, y representa la gracia y el amor de Dios, ofrecidos libremente a todos los que lo buscan. Además, el agua viva simboliza la satisfacción de las necesidades espirituales y la restauración completa que se experimentará en el cielo. Como cristianos, debemos buscar constantemente beber del agua viva que ofrece Jesús y compartir ese regalo de vida eterna con aquellos que nos rodean.
